lunedì 2 marzo 2009
River Plateistas, tu grato nombre. Para siempre grato. Como no agradecerte aquella noche donde el graznido surcó el gallinero, rompió el silencio (atroz) y fuimos felices, como niños, regodeándonos en el dulce que contrasta con la amargura, saltando en la gélida lejana tribuna y saltando en Libertador, cortada al medio por una marea azulgrana y burlona. 8M. Siempre lo recordaremos. Siempre lo recordarás. Vos sos platea y nosotros popular, dicen por ahí, como metafora de nuestras deferentes idiosincrasias. Que se yo. Podemos apreciar tu fútbol, te sabemos arriba de la tabla histórica de puntos, pero nosotros, que estamos de la cabeza, que nos fuimos al descenso y nos vendieron la cancha, volamos otros cielos. Y allí, entre nubes que no conocés porque las gallinas no saben volar, dibujamos nuestra propia identidad, elevada, sublime. Y si hay que hacer una cancha,la lenvantamos nosotros solos, ladrillo a ladrillo, bono a bono, sin ayudas que nos incomoden, ¿entendes?. Y si nos vamos a la B, bancamos y llenamos cualquier cancha (la tuya, por ejemplo, completita por segunda vez en su historia después de la final del Mundial 78), ¿entendes?. Y si no ganamos la Copa tragamos saliva y seguimos dándole, hasta que la ganemos, hasta que no haya un solo rival que tenga algo que decirnos,pero arrugar jamás, ni acá ni en Montevideo,¿entendes?. Y si perdemos mil veces, mil veces nos pondremos la camiseta de San Lorenzo, arriba del alma y debajo de la piel,quijotescamente cuervos en nuestros sueños de volver a Boedo, de inventar una nueva canción de cancha que copien todos, de convencer al mundo que no importa ser el más grande (lejos)...Lo más importante es ser el más grande ahí adentro, en el corazón donde late la verdad de cada hincha en serio ¿Entendes? Disculpa. Ya sé que no podes entender...
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